Mudas montañas
arenales inmensos
estáticos gigantes
permanecen despiertos.
El sol el paisaje, cambia
de tamaño y color
mientras nuestro cuerpo
se cubre de sudor.
Las huellas del hombre
se evidencian en un frágil sendero
el que insignificante recorre
el desierto entero.
La línea férrea
es testigo
que el caminante y su sombra
transitan como únicos amigos.
El manto más inmenso
cubre el desierto del norte
la soledad, cubre los sueños
la voluntad es, el único soporte.
Sudor, sacrificio, soledad
en el árido norte, experimentas
cuando posas tu mirada en la inmensidad
se pierde, sobre esta maravilla tan extensa.
En la noche pampina
las estrellas iluminan
la soledad y los pensamientos
aflorando los mejores sentimientos.
Frío, calor, soledad
la pampa te ofrece
relajación, tranquilidad
y emociones con creces.