En el norte, el aislamiento y la soledad
es una ventaja, que no tienes en la ciudad
puedes ver las puestas de sol más hermosas
solo o acompañado por una nortina maravillosa.
La soledad te motiva
a observar la naturaleza
a valorar la tranquilidad
del desierto, con su inmensidad.
Solo en el norte puedes admirar
paisajes de especial belleza
que cuando los disfrutas, te impresionan
y te llenan de ilusiones la cabeza.
El silencio en el desierto ayuda a percibir
sensaciones difíciles de describir
bondades que la naturaleza te ofrece
si las valoras, conseguirás ser feliz con creces.
Solo o acompañado, al observar las puestas de sol
quedas encadenado por la belleza del arrebol
te enamora la tranquilidad y el silencio
descubres la parte positiva del aislamiento.
De noche, el paisajes de estrellas y constelaciones
cuando las observas, te llenan de emociones
es la recompensa, de una tierra prodiga en riqueza
que exige sacrificio, entrega, trabajo, sudor, entereza.