La forma como besas 

la manera que abrasas

con lo suave que acaricias 

mi corazón atenazas.

Tengo la dicha de verte

tengo la suerte de escucharte

cuando llegas a mis brazos

solo quiero acariciarte.

Nos dejamos arrastrar, sin control

por las alamedas del placer

solo goce, felicidad, no hay dolor

fundidos logramos rejuvenecer.

Cada tarde que comparto contigo

siempre es especial

aceptar cada desafío

en la entrega no hay nadie igual.

Entusiasta, instruida, delicada

tierna pulcra, educada

elegante amable, vital

en la ciudad no hay nadie igual.

El brillo de tu mirada

evidencia las ansias de vivir

al trenzar nuestras manos

no nos podemos resistir.

Tus manos me encadenan apasionadamente

mi cuerpo, mi ser no queda indiferente

siento tus gemidos de placer

que transforman mi proceder.

Con la mirada agradeces 

la experiencia vivida

es un torbellino de sensaciones

donde renacen las mas intensas emociones.

Los años no son excusas 

para negarse al placer

de compartir  íntimamente

lo que nos permite renacer.

Tu entrega es total

desbordante de pasión

no he vivido nada igual

desde que tengo uso de razón.

Tus gemidos de placer

me excitan, me motivan

no necesito estimulantes

son únicos, maravillosos esos instantes.

Tu entrega, en la intimidad

es especial, es una fantasía

estás amando una inmensidad

nadie que se entere lo creería.

Que diferente seria el mundo 

si todos pudieran disfrutar

una tarde, como la que vivimos

seria suficiente, para la vida cambiar

Tu bello pasado, me alegra

mi corazón tu felicidad celebra

me entristece, no haberte antes encontrado

muchos años estuvimos cerca,  pero separados.

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