023 – Tenemos razones.
Levanta la mirada
tu debes creer
en tus capacidades
para, las tragedias vencer.
Levantemos los brazos
juntos podemos conseguir
transformar el dolor y el fracaso
construyendo con fe y entusiasmo, un mejor vivir.
Tenemos que organizarnos
para avanzar y crecer
el esfuerzo y los logros
nuestros hijos, necesitan ver.
El compromiso es de todos y sin arrogancia
necesitamos ganar, crecer, avanzar
con voluntad, convicción y constancia
así debemos siempre trabajar.
A pesar de las circunstancias adversas
unidos, el éxito podemos conseguir
podemos cambiar las condiciones siniestras
si tus manos, mis manos logramos, muy fuerte unir
Debemos comenzar el día sonriente
necesitamos estar siempre animosos
estaremos siempre concientes
que la unión, el trabajo, la honradez, nos harán victoriosos.
Comenzaremos a trabajar, antes que el sol
terminaremos de laborar, después del arrebol
nuestras jornadas serán extensas
al final del día estará la recompensa.
De la tragedia saldremos, victoriosos
en poco tiempo, estaremos gozosos
los vergeles que vamos a construir
muy pronto, bastante van a producir.
Necesitamos logros, buenos resultados
no podemos estar, ni un minuto parados
unidos, debemos trabajar convencidos
así obtendremos el éxito merecido.
Somos buenos, seremos excelentes
debemos lograrlo, por nuestra amada gente
superaremos la angustia, la tragedia, el dolor
la receta es voluntad, unión y una gran cuota de sudor.
Tenemos razones para ganar,
con trabajo y compromiso lograremos mejorar
a la adversidad y al negativismo, debemos vencer
así nuestros hijos, nuestra gente, volverá a crecer.
024 – La partida final.
Se siente una paz infinita
cuando tenemos que partir
cuando los familiares azumen
que es conveniente dejarnos ir.
Los familiares cercanos
con sobrecogedora emoción
te acarician las manos
le piden a Dios por tu perdón.
Por las faltas tuyas y de ellos
ruegan al divino creador
imploran perdón y clemencia
ante nuestro único, Gran Señor.
Los creyentes se aferran
ante la Cruz del Salvador
se persignan y prometen
todos, portarse mejor.
El difunto ha dejado de luchar
él esta convencido
que otra vida, pronto va a comenzar
ya no se sienten sus latidos.
Lo que aprecias y lo que acumulaste
en esta vida terrenal
tus dolores y todo por lo que luchaste
se quedan, te vas como todos, desnudo igual.
Sobre la camilla helada
nos depositan con cuidado
se va nuestro cuerpo muerto
esta vida, se ha terminado.
La nieve entra en tu carne
el frío corroe tus huesos
el cansancio te abandona
ahora nos cubre el relajo de los muertos.
De esta vida te vas
sin nada de este mundo
ni la riqueza, ni la pobreza, ni el poder
logran evitar que tengas que desaparecer.
Cuando la vida, llega al final
debemos estar confesados
es la mejor forma de terminar
habiendo sido perdonados.