015 – Las manos

Admiro las manos obreras

que de día y de noche, rompen canteras

sangran y sudan, para llevar el sustento

de tantos niños hambrientos.

Bendigo las manos sufridas

que trabajan, con la esperanza perdida

que el obrero algún día reciba

la recompensa, siempre merecida.

Imploro por las manos de niños

menudas tenazas sedientas

que buscan alimentos hambrientas

y no logran remover, algunas conciencias.

Respeto las manos, de la dueña de casa

todo, todo, lo hace y también a su gente abraza

todas las tareas, las realizan con decisión

sin pedir, sin recibir, la merecida retribución.

Las manos de la amada

suaves, tiernas, delicadas

esperan impaciente, muy perfumadas

acariciar a aquel ser, que la tiene encantada.

Las manos amigas

siempre dispuestas a ayudar

cada día esperan, poder apoyar

lo que mejor hacen, es incentivar.

Las manos agradecidas

aplauden, saludan, con decisión

abrazan con afecto, cariño, con buena intención

se siente su afecto, en cada ocasión.

Las manos del artista, que encanta

cuando imprime en la tela y el ánimo te levanta

con escenas de tonos y motivos bellos

que si observas con el corazón, del paraíso ves destellos.

Las manos de Cristo horadadas

por el cincel de pecado, oxidadas

te recordarán la injusticia y la traición

desde ahora ,debemos ser mejores personas de corazón.

016 – Cuando tú te hayas ido

Cuando te hayas ido

recordaré tus besos

recordaré las intensas miradas

de tus ojos negros

viviré pensando

en los instantes aquellos

donde fui infinitamente feliz

acariciando tus cabellos.

Recordaré tus gracias

recordaré tu ingenio

recordaré tu espíritu

también recordaré tus sueños

pensaré en tu rostro, en tu sonrisa

en tus emociones y en tu cuerpo

el que no puedo olvidar, por las fantasías que me permitías

y me dejaban maltrecho.

Viviré, admirando

y recordando todo tu ser

soñando que en otra vida

te volveré a poseer

esperaré rogando, que tú también

quieras volverme a ver

porque la esperanza nunca, nunca, nunca,

nunca la voy a perder.

Viviré recordando, tu amplia frente,

tus hermosos ojos, tu cabellera

debo reconocer que fuiste tú la ultima

que me amó… y también la primera

cuando llegaste a mi vida,

realmente llegó……. la auténtica primavera

porque crecí, porque soñé porque fui feliz

gocé infinitamente por vez primera.