Quiero con estas letras

agradecer a mis maestras

todo lo que me entregaron

valores que en mi corazón plasmaron.

Las recordaré por siempre

agradecido de su entrega

sin su aporte no hubiera conseguido

los logros día a día obtenidos.

Los cariños recibidos

los consejos reiterados

los castigos merecidos

me fortalecieron y me enmendaron.

A todas con afecto recuerdo

siempre estaré agradecido

el estar bajo su alero

fue necesario, para ser bendecido.

Cada mañana su sonrisa

me iluminaba el corazón

ahora me doy cuenta

porqué me subía la presión.

Las admiraba como a un ángel

que nos comparten, su saber

nos abrasaban y tanto nos toleraban

como no las voy a querer.

El sueño y el frío de la mañana

desaparecían rápidamente

al pensar en mis profesoras

solo de cosas bonitas se me llenaba la mente.

Profesoras, les debemos tanto

por sus paciencias infinitas

cuando las vemos cansadas y tristes

nuestro corazón tirita.

Es justo reconocerle

su dedicación y la valiosa labor

con la que nos cambia la vida

para que un día, todos vivamos mejor.

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