De piel arrugada y caminar vacilante
consume su tiempo con algunas interrogantes
¿podré sentir lo que antes sentía?
será posible, solo si encuentro esa cálida mirada positiva.
Ya no espera, nada especial
pero no se niega a encontrar un alma gemela
que comprenda que anhele un amor puro igual
un hombre mayor, aquel hombre que siempre huyó de la pena.
Está buscando una mirada tierna, una mirada amorosa
de actitud comprensiva, de voz cariñosa
de sonrisa amable, con la voz que motiva
que pueda hacerla florecer, al final de la vida.
Con mirada delicada y voz melodiosa
llama la abuela, con indecisión y con una angustia espantosa
espera escuchar, frases de afecto encendidas
desea revivir, miradas, caricias…hace tiempo perdidas.
Buscando afecto descubrió, una volcánica pasión
no comprende porque aún en su cuerpo se produce, una encendida erupción
de sentimientos, abrazos, de besos y caricias
que hace bastante tiempo vivió y le generaron las mayores delicias.
Busca cada día un abrazo amable
cada día espera una mirada ardiente
cada día sueña con encontrar una mano fuerte
anhela sentir el aroma de un varón valiente .
Espera la noche y sigue pensando
que se acerque aquel, en el que estuvo soñando
ese ser idílico que existe, pero no llega
seguirá luchando, para que su esperanza no muera.
Espera cada tarde una frase dulce
una compañía entretenida
una conversación convincente
una compañía honesta, respetuosa y prudente.
Anhela, brazos que con fuerzas la aprisionen
manos, que acaricien, frases que emocionen
momentos especiales y momentos de pasión
para disfrutar, reír, gozar hasta perder la razón.
Acompaña las horas con melodías pasadas
películas antiguas, que no deja de ver
amigas cansadas, también amargadas
hablan de achaques y dolores pero siempre está ausente el placer.
Amargos momentos y dolores del alma
los años vividos con tanto trabajo y preocupación
no dejan espacio para grabar profundo las emociones
lo que queda en la mente son solo pedazos de alguna canción.